Cradle to Cradle: Diseño eco-efectivo

¿QUÉ SIGNIFICA CRADLE TO CRADLE?

Cradle to Cradle (C2C) es un concepto global que influye en la manera de producción en cualquier industria y mercado. C2C quiere luchar contra lo que consideramos normal: el desecho procedente de productos usados, en muchas ocasiones manufacturados con productos tóxicos y peligrosos para el medio ambiente.

En el libro Cradle to Cradle, el Doctor en química Michael Braungart y el arquitecto William McDonough proponen una reingeniería de los procesos industriales con el fin de que aporten soluciones saludables al diseñar sistemas productivos en los que todo pueda reutilizarse emulando el equilibrio de los ecosistemas naturales.

La ideología C2C “eco-leasing” está comenzando a implantarse en algunos productos. Pero, ¿qué pasaría si aplicáramos esta ideología, que hoy en día, sólo se aplica a pequeños productos, también a sistemas de mayor tamaño, como a grandes proyectos de arquitectura?

Para ello, se requiere de un cambio de paradigma a la hora de pensar en cómo se diseña un edificio, qué contiene y dónde va después de su ciclo de uso.

Es evidente que el aluminio y el concreto, por ejemplo, son materiales complicados de devolver a la naturaleza, Cradle to Cradle distingue los nutrientes como parte de dos procesos: los biológicos (los biodegradables) y los técnicos (se reciclan y vuelven a la cadena industrial ilimitadamente).

¿QUÉ ES UN DISEÑO ECO-EFECTIVO?

Contrario a lo que pensamos, la industria y el medio ambiente no son enemigos, sino que están estrechamente vinculados.  El conflicto actual entre la industria y el medio ambiente está basado netamente en un problema de diseño. 

El diseño C2C enfoca la sustentabilidad de manera innovativa, al inspirarse en la lógica pro-cíclica de la naturaleza. En este sentido, es importante comprender que no se trata de ser eficiente, ni limpio, sino que eco-efectivo: En muchos de sus procesos, la naturaleza derrocha energía y materiales. Plantas y animales producen grandes cantidades de “basura”. No son eco-eficientes, pero sí son eco-efectivos porque son parte de un sistema sustentable, en donde toda la “basura” es beneficiosa y reutilizada.

En resumen, los productos pueden ser elaborados para producir algo nuevo, una vez han dejado de tener vida útil. Es por esto que la solución, está plenamente arraigada al diseño, e incluso bajo esta potente premisa podríamos decir que la forma sigue a la evolución, no sólo a la función. Esto es debido a que, si queremos que un producto sea posteriormente desensamblado y sus materiales recuperados, el tener en cuenta todas estas ideas, irremediablemente condicionará nuestro diseño.

¿CÓMO APLICAR C2C EN LA ARQUITECTURA?

Es esencial comprender qué significa Cradle to Cradle y facilitar su desarrollo e implantación mediante el estudio de su posible aplicación a la arquitectura a través de la creación de edificios que imitan o se integran en la naturaleza, en lugar de entrar en conflicto con ella. Construcciones que, como los árboles, produzcan más energía de la que consumen y depuren sus desechos.

Construir siguiendo la filosofía C2C implica concebir los edificios desde un diseño ecológico y efectivo que se piensa desde el origen.

McDonough y Braungart proponen atajar los problemas desde su raíz: si un edificio gasta mucha energía en aire acondicionado e iluminación, optimizar el rendimiento del aparato de refrigeración, instalar bombillas de bajo consumo e incluso paneles fotovoltaicos sirve sólo para reducir -si se quiere, muy significativamente- el gasto energético, pero éste se sigue produciendo.

Por lo tanto, es importante desde el inicio de un proyecto arquitectónico planificar y concebir obras que aprovechen al máximo la ventilación cruzada y la iluminación natural, esto promueve la eficiencia energética del edificio llevando el proyecto a unos resultados y un confort óptimos. Deberemos saber dónde se coloca y qué condiciones tiene cada proyecto, para poder beneficiarnos así de su orientación, luz natural, recursos disponibles, corrientes de aire o métodos y técnicas utilizadas tradicionalmente en la zona. Esto es hacer lo correcto bien, en vez de lo incorrecto bien.

Dentro de todo proyecto arquitectónico es vital hacer uso de energías renovables y tener en cuenta su utilización en todas las fases del proyecto, tanto extracción, procesamiento, transporte, uso y reutilización. Una vez finalizada la vida útil de un edificio, sus materiales deberán ser biodegradables o reutilizables sin perder sus propiedades, de manera que no se generen residuos inútiles.

El problema en Costa Rica radica en que existen pocos productos y materiales constructivos que sean certificados como biodegradables o puedan ser reutilizados después de su ciclo de uso por lo que implica un reto adicional para cumplir con todas las premisas de la filosofía C2C. Sin embargo, la puesta en marcha de esta filosofía no debe ser tan radical ni la falta de recursos certificados debe convertirse en una limitación para el sector de la construcción ya que es posible innovar y construir edificios con un diseño eco-efectivo aplicando el modelo C2C de forma parcial y progresiva.

¿PORQUÉ LEER EL LIBRO CRADLE TO CRADLE?

Cradle to Cradle constituye una lectura obligatoria para diseñadores industriales, emprendedores, estudiantes, arquitectos y cualquier persona interesada en conocer una alternativa impecablemente articulada y justa con la naturaleza de cómo debería ser la industria de producción de bienes en las próximas décadas.

Es importante subirnos a este tren y empezar a hablar de una filosofía que supone un cambio radical y cada vez abarca más campos de estudio nuevos.